De la Navidad
Ya todo huele a Navidad, amor. Ya sabes que estamos
en el sueño de la Navidad. Pero…¿tú crees que muchos se acuerdan de Jesús en la
Navidad? ¿Tú crees así mismo que la gente celebra que hace más de dos mil años
nació en un humilde lugar un niño, hijo de Dios? Hace unos días que en la ciudad se encendieron
las luces que iluminan más las calles, se han vestido con el traje de domingo y
nosotros, amor, paseamos bajo esa iluminaria; bajo una cubierta de luz que nos
protegiera cual toldo lo hace en un tórrido verano; paseamos, digo, por ellas
como por un camino de luz que nos transporta a nuestra niñez. El árbol cónico
instalado en la plaza pone al ambiente una galaxia de colores que poco se
parece a la austera noche de Belén. Y luego, amor, por esas calles bulliciosas
de luz recorres las distintas representaciones de belenes -cofradías de vida-,
admirando el preciosismo de sus composiciones. Pero tú sabes muy bien, amor,
que en Belén, en el auténtico Belén, esa noche no había guirnaldas, ni luces de
colores, ni campanas, ni más alegría que el nacimiento de Jesús entre el frío
que encogía la noche y el calor de su madre y del buey y la mula. Hoy ese Nacimiento
es rememorado de manera variada en todos los rincones del planeta.
Nuestro Belén, amor, - porque contiene mucho de
nosotros- lo adorna también la tristeza en estas fechas, la tristeza de las
ausencias a la vez que los recuerdos más cálidos, el dolor del tiempo se
instala en él cual figuras silentes que se mezclan con las que desempolvaste para
dar vida a estos días de celebración Como ya cantara Lope de Vega
Las pajas del pesebre
Niño de Belén
Hoy son flores y
rosas,
Mañana serán
hiel.
En un cielo
brillante duerme la noche y las estrellas iluminan las esquinas del universo.
Todo es presagio de la transformación que el mundo va a sufrir. La celosía de
la noche atrapa toda la historia de la humanidad. Todo nos regala silencio y
paz. Todo se adorna, amor, con serpentinas de abrazos y de risas, de manos
llenas necesitadas de cariños, todo se enciende e irradia en este tiempo de
familia reunida.
¡Qué noche tan clara, dulcemente serena!
Vuela hasta mí
un olor de magnolias,
Cargadas de
resplandores
desde un humilde
portal.
Y aunque la
tradición de abuelos contando cuentos navideños a sus nietos se va perdiendo,
siempre quedan buenos lectores que
aprovechan este tiempo para disfrutar de las historias navideñas que buenos
escritores nos legaron: "La Nochebuena del poeta", de
Pedro Antonio de Alarcón, “La mula y el buey“ de Benito Pérez Galdós; :
“Cuentos de Navidad y de Reyes”, de E. Pardo Bazán; “Lo que lleva el Rey
Gaspar” de Azorín; “Cuento de Nochebuena” de Rubén Darío "Cuento de
Navidad" de Charles Dickens; etc ,etc.
También en la pintura como sabes, amor, tenemos
representaciones de autores muy diversos: «Natividad» de Sandro Botticelli; «La Adoración de los Magos» de
Leonardo Da Vinci; «Adoración de los Magos» de Alberto Durero; «La
Adoración de los Reyes Magos» de Rubens; «Adoración de los
pastores» de Francisco de Zurbarán; «La adoración de los pastores» de
Rembrandt; “ la Adoración de los pastores” de El Greco; etc, etc.
A todos¡ FELIZ NAVIDAD! ¡
FELIZ AÑO NUEVO!